Museo Europeo del Espárrago
Schrobenhausen, Alemania
Los alemanes tienen pasión por los espárragos blancos y en la ciudad de Schrobenhausen los han elevado a la categoría de cultura, gracias a este peculiar museo dedicado a su vegetal preferido.
Considerados por los germanos como algo más que un vegetal, los espárragos son llamados «Königliche Gemüse» (Verduras Reales), apelativo que seguramente proviene de los tiempos en que estos exquisitos bocados estaban reservados a las Casas Reales y la nobleza, aunque desde su popularización a mediados del siglo XIX, también se han convertido en un ingrediente habitual en las mesas de la clase media.
Los espárragos son un gran motor económico de la zona bávara que rodea Schrobenhausen, constituyendo un centro neurálgico de cultivo en la que la devoción que se profesa al espárrago también se interpreta en el amor con el que está tratado su peculiar ´food museum`.
El museo dedicado a los espárragos de Schrobenhausen está ubicado en una antigua torre de la muralla del siglo XVI llamada Amtsturm, con tres pisos para recorrer y conocerlo todo acerca de los espárragos, que obviamente son mucho más que el brote de una verdura denominada técnicamente como ´Asparagus Officinalis`. Incluso su propia etimología, da cuenta de la larga y tradicional relación de Occidente con los espárragos, ya que el nombre proviene del larín Sparagus, derivado del griego Aspharagos, que a su vez proviene del persa Asparag, que significa «brote», todo un recorrido por los históricos imperios que se expandieron sucesivamente. Aunque durante la Edad Media debieron desaparecer o ser poco comunes ya que no hay apenas publicaciones al respecto, hay constancia del espárrago en numerosas referencias históricas y literarias, como el famoso libro ´De re coquinaria` atribuido a Apicio. El escritor latino Marcus Porcius Cato habla del espárrago en sus páginas en el año 150 a. C. y ya en el siglo I el historiador Plinio el Viejo menciona los espárragos de Germania en su ´Historia Natural`.
El Museo Europeo del Espárrago se fundó en 1985 y ante el gran éxito obtenido, se remodeló y amplió en 1991. El visitante del Europäisches Spargelmuseum podrá descubrir y aprender acerca de los espárragos, con secciones dedicadas a diferentes disciplinas relacionadas, desde agricultura y horticultura a la gastronomía, pasando por la historia o la ciencia médica y farmacéutica así como aspectos de menaje específico, publicidad, literatura, packaging, arte y otras curiosidades, entre las que se encuentra una obra plástica del artista pop Andy Warhol.
En la planta baja se halla una representación de un mercado europeo de espárragos y se cuenta la historia de su cultivo así como la información botánica del vegetal, y otros aspectos sobre el espárrago. En la siguiente planta,, el tema es la gastronomía, con recetarios, fórmulas culinarias y de conservación así como menaje esparraguero en muchos y variados materiales y épocas. En la segunda planta está la sección artística con numerosas obras originales. Hay que destacar que el Museo Europeo del Espárrago tiene un museo satélite, un pequeño museo también dedicado al espárrago en la ciudad de Beelitz, al que han prestado materiales y utensilios esparragueros.
La época idónea para visitar ese museo coincide con la «Spargelzeit» o «Spargelsaison», la ´Temporada de Espárragos`, que va desde mediados de abril hasta el Día de San Juan (Johannistag), siete semanas de auténtica devoción por los espárragos. La Spargelzeit es todo un acontecimiento de masas en toda Alemania, y especialmente celebrado en Schrobenhausen, Abensberg, Beelitz o Schwetzingen. Durante esta época el festivo espárrago es el absoluto protagonista y se hace presente en numerosas poblaciones donde eligen a los Reyes y Reinas de los Espárragos, en los numerosísimos puestos callejeros donde se pueden adquirir o consumir, en ferias y eventos temáticos o en cualquiera de los restaurantes, en los que preparan innumerables recetas con espárragos. Son tan numerosas las actividades populares acerca de este singular y regio vegetal que llega a resultar abrumador. Aunque los preferidos por los alemanes son los blancos (cocidos, al vapor o de conserva) que son los brotes que se han recogido sin que vean la luz del sol, también es fácil encontrarlos en verde –ya brotados- o la italiana variedad morada, por lo que los esparragueros entusiastas hallarán con seguridad su elección. En todo caso, nadie debe visitar Schorbenhausen sin probar la receta más clásica en la zona y muy laureada: espárragos al vapor o cocidos, acompañados de mantequilla fundida, jamón alemán (Schinken) y patata hervida.
Seguramente para muchos norteamericanos los espárragos sólo son «the vegetable that makes your pee smell funny» (esa verdura que hace que tu pipí huela extraño), pero para los alemanes y otros muchos –entre los que se cuentan especialmente aficionados italianos, chinos o españoles- es el súmmum del placer gastronómico e ir al Museo Europeo del Espárrago es una peregrinación casi obligatoria para los gourmets que se precien de serlo. El sofisticado espárrago seguro que sorprenderá a más de un turista al que descubrirá una Alemania diferente a la de las ya estereotipadas salchichas y cerveza.
Comments